Misión en Minga, enero de 2023.
“Tiempo de amar, de entregar la vida” fue el lema de la misión del Voluntariado Misionero Salesiano (VMS) de enero 2023. 
Entre el 15 y el 22 de enero, unos 15 integrantes del VMS vivieron la misión en el Proyecto Minga Salesianos, en la ciudad de Las Piedras.
Tiempo de amar, de entregar la vida.
Los misioneros acompañaron a dos grupos de jóvenes: uno en la tarde y otro en la noche.
Fueron recibidos de manera muy cálida y con mucha alegría, tanto por parte de los jóvenes como de los educadores de Minga. 
Comenzaban cada mañana compartiendo la celebración de la Eucaristía y, seguidamente, un tiempo de reflexión.
En este espacio tuvieron la oportunidad de escuchar los testimonios de Virginia Mallarini y de Martín Silva, recién llegados de Brasil (Amazonas) y Ecuador (Esmeraldas y Wasaktensa), respectivamente.
También de meditar en torno a la Palabra de Dios, ayudados por los otros, siempre! 
A partir de las 13 h se abría el portón del Proyecto y todo tomaba más vida y más fuerza porque llegaba la primera misión, que consistía en estar entre los adolescentes y jóvenes de Minga, compartiendo el almuerzo, el juego, la piscina, la oración y la merienda! 
Luego, entre las 18 y 22 horas, tenía lugar la segunda Misión, con música y piscina, conversación y escucha, merienda, oración, fútbol y cena! 
“Estamos felices, renovados, cansados, con el corazón lleno de rostros, y muy agradecidos al Dios de la Vida que nos llama, y nos regala esta oportunidad para crecer y anunciarlo; para escucharlo y amarlo entre los jóvenes!”, coinciden en expresar los misioneros al evaluar la experiencia. 
Escuela de verano.
Compartimos parte de la experiencia vivida estos intensos 15 días en la Escuela de Verano junto a los misioneros.
El entusiasmo y compromiso fue tal, que hubo un grupo (ex alumnos del Juan XXIII), que eligieron quedarse una semana más, viviendo en la casa y trabajando a full en tareas de servicio y animación.
Mayra, futura abogada, fue una de ellas, y mandó el siguiente comentario.
Compartimos especialmente, porque esa mirada nos ayuda a valorar lo bueno del trabajo de todos los días, y aún con todo lo que cuesta, estar felices por los frutos de la siembra.
Me sentí muy bienvenida, me sentí como una más. Realmente cada día allí es valioso, porque es un día más en el que profundizas ese vínculo de confianza con el gurí. Es increíble como entienden que estás ahí para escucharlos y abren su corazón enteramente. Para ellos el proyecto es un lugar de escucha, confianza, de tranquilidad y de amor, me encantó haber vivido esta experiencia. Estoy muy agradecida con todo el equipo educador y la comunidad por habernos abrazado en estas dos semanas.
Testimonio de misionera en Minga, enero de 2023.
Cada encuentro era igual de placentero, estar todo el día con ellos nos hizo generar vínculos hermosos, realmente sus vivencias e historias nos tocaron como comunidad. Se nota el trabajo por parte de su equipo de educadores desde las normas de convivencia que han instaurado y que ellos admiten hasta la atención en los momentos de reflexión en los que se mostraban muy abiertos a compartir con el grupo, a escuchar, al compañero de al lado y a nosotros, y tener esa seguridad de opinar positivamente y a la vez, la tranquilidad de saber que el otro va a recibir.
Disfruté plenamente de toda la misión. De los gurises, me llevo su alegría, su resiliencia, su empatía y confianza. Me quedo con la reiterada frase «quiero que vengan más misioneros». Cada vez que la escuchaba me tocaba el alma, y estando allá pensaba «yo también quiero volver».
Comunicate
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